Horas que escriben y describen y viven y sienten y queman y escupen y velan y pasan y pesan durante el resto de mi vida.
Vida, vida misma, vida aquella que destella.
Responsable de sentir, de creer y pensar.
De volar y follar, de temer y querer.
Ver o entender.
De costado, tirado, arruinado.
¿Quien eres tú?
No eres.
No crees.
No mueres.
Dime, al fin.
Pretendo encontrarte en el desván de mis memorias.
El pedazo de tristeza que plantaste entre mis huesos.
Esas vibras de almidón, ese cálido vapor.
Volver a vivir calma y calla sollozos que existieron y habitan en lo más profundo de mi pena.
Es respirar, correr y alucinar dentro de uno mismo.
De entenderse y realizarse.
De sentirse amplio de horizontes, sin metas ni destinos.
Es vivir libre, tranquilo y adelante.
De escuchar, entender y aprender.
De ver.
Mientras todos ríen.
Ergo.
Corren horas y horas.
Locas horas.
Nakzo
viernes, noviembre 05, 2010
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
"Dime, al fin.
Pretendo encontrarte en el desván de mis memorias.
El pedazo de tristeza que plantaste entre mis huesos.
Esas vibras de almidón, ese cálido vapor."
Eso.... terrible, me gustó!
Publicar un comentario